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lunes, 22 de septiembre de 2014

acerca de mi:
hace tiempo que no me hallo, que vivo buscando ese no se quien que le hace falta a mi vida, o ese no se que que le daría puerta abierta a mi paz, el primer día que nací, desperté, me vi saliendo de una burbuja de agua caliente, yo no quería salir de ese lugar, de esa oscuridad única que solo me dejaba escuchar a lo lejos la selva de este mundo, pero me sacaron casi a patadas, obligándome a respirar, ese olor a metal del que si me negaba no aguantaría mucho, solo respirando se podía vivir, bien, solo eso era necesario para mantenerse aquí. El segundo día que desperté todo era distinto, de pronto medía 150 cm. mas de los que tenía, junto con un ardor en el pecho, un ardor parecido como cuando los ojos se desorbitan y tienes ganas de matar , así me desperté, no sabiendo aun lo que era la vida, me encontré un sin fin de ideas de toda clase, desde las salvadoras del mundo hasta las de matar al mismo, así de desgastadas.
Un día puse frente al espejo y no veía nada, un par de ojeras bajo unos ojos que seguían buscando, un crespo que llegaba a la cintura, la verdad nunca me di cuenta cuando creció, labios desgastados, cuarteados pero siempre diciendo algo. Ese día decidí vivir, sin cambiar nada, sino mas bien empezar todo, así caminando te encontré a ti, a ti que aun sigues en el primer día de nacimiento, apenas respirando olores muertos, perfumes baratos y creyéndote cuentos.
Cuanto pude aprender de ello, a no usar zapatos cuando llueve, a comer lento, a no peinarme cada y cuando, a sonreír de vez en siempre, a querer mirarte todos los días, y matarte en las noches, aprendí que uno no deja de abrir los ojos cuando también se abre el corazón, y abrirlos mas cuando se cierra, un día me pare frente al espejo y definitivamente no vi nada mas que a ti, como siempre parado, muerto, y ese día desperté nuevamente, algo así como cuando uno vuelve a vivir, sin querer revivirte, ni verte, rompí el espejo con mi puño, no es a un muerto al que yo quiero, te vas en el tiempo, en el espejo, los pedazos que se hicieron algún rato llegara alguien a recogerlos.
¿Qué les queda a los jóvenes?

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar
abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan
abrir puertas entre el corazón propio y el ajeno
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Mario Benedetti