éramos dos felinos en celo

nos jugamos el amor a deshoras

escribimos tal vez un te quiero

perjurando la noche con vodka

caminamos y damos el grito

que se esconde de nuevo en los pasos

desnudando los días con gritos

y queriendo hasta ser encontrados

lentamente nos damos el miedo

con retazos de piel embalados

fusilamos al muerto de frió

y al niño de pecho inventamos

describimos con leche al mito

del amante que vuelve del campo

batallando y siendo el camino

el rincón del abuelo olvidado

solamente no existe perdones

nos matamos de vez cada cuando

siendo siempre tu la que expones

los finales mas tristes del canto

ojala se me pase la muerte

que me dejas sin ser anunciado

ojala no existan crespones

ni mortajas de amor olvidados

ojala tu recuerdes el día

que el sudor era biblia y santo

ojala el amor no se corte

de tristeza sus débiles manos

ojala cada fin y comienzo

falsifiques amores por tactos

recordando el día fuiste

tan feliz, tan amiga, tan algo

ojala no te olvides que el tiempo

es el juez que baraja los dados

siendo dos personas con miedo

que de a poco se van olvidando...